¿HIPERDIAGNOSTICADA? ¿Es realmente fascitis plantar lo que me duele en el talón?
Quédate leyendo unos minutos. Quizás aclares un poco tus dudas.
⁉️¿En realidad, qué es la fascia?⁉️
La fascia plantar es tejido conectivo grueso, (conecta dos huesos: el calcáneo y las falanges) y está compuesta por fibras de colágeno. Se encarga de dar soporte al arco interno del pie, y es capaz de absorber el impacto al correr y/o caminar. Proporciona estabilidad, soporte y equilibrio a todo el cuerpo.

Se compone de tres bandas: medial, central y lateral. Pero la banda medial, es sin duda, la que más fácil se lesiona. Sobretodo en personas con sobrepeso y deportistas.
¿Entonces, qué es la «fascitis plantar»?
La mal denominada «fascitis plantar», en realidad se llama «fasciosis plantar».
Esto se debe, a que histológicamente, no se han encontrado céllulas inflamatorias, si no una degeneración de las fibras de colágeno, o incluso micro- roturas de la fascia.
En muchos casos, quienes la padecen se ven obligados a interrumpir su actividad física durante varios meses, e incluso años, hasta lograr una recuperación completa. Lo más frustrante es que algunos deportistas recaen poco tiempo después de volver a entrenar, lo que convierte a esta lesión en un verdadero desafío para quienes practican deporte de manera constante.
📍¿Dónde y cómo duele?
La «fascitis plantar» se caracteriza por:

-Dolor a punta de dedo, en la zona central o interna del talón. Se caracteriza, por presentar dolor a primera hora de la mañana, o tras periodos prolongados de reposo. A su vez, mejora al continuar con la actividad (siempre que no sea muy intensa)
Empeora al subir escaleras, o al practicar una actividad física intensa.
-Sensación de quemazón intenso, acompañado de inflamación y enrojecimiento de la zona.
-Ocasionalmente aumenta cuando nos ponemos de puntillas.
-Tensión en la planta del pie: sensación de tensión y rigidez. Podría incluso llegar a palparse la banda medial de la fascia, cerca del arco, sin hacer a penas presión.
⚠️¿Qué lo causa?
Entre los factores predisponentes más frecuentes, están:

-Alteración biomecánica: pie excesivamente plano o cavo, tensión excesiva de la musculatura posterior, tendón de Aquiles, hiperpronación, debilidad en la musculatura propia del pie.
-Factores sistémicos. La fascitis, ocurre con frecuencia en personas de entre 40-60 años. Y con mayor causalidad en personas con patologías sistémicas. (Menopausia, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, sedentarismo, obesidad…) Millones de personas en USA consultan por esta patología, por lo que la obesidad, es uno de los factores causales con más importancia.
-Factores extrínsecos: calzado inadecuado, un mal gesto deportivo, mala preparación física..
🧊 ¿Cómo se trata?

En nuestra clínica, tratamos la fascitis plantar con un enfoque personalizado, que va desde métodos conservadores hasta opciones más avanzadas, según la evolución y necesidades del paciente.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, es fundamental realizar un diagnóstico preciso. Existen otras condiciones que pueden causar síntomas similares, como molestias musculares o compresiones nerviosas, que pueden confundirse con esta afección. Por ello, es importante acudir a un podólog@ especializado, quien podrá confirmar si realmente se trata de fascitis plantar y definir el mejor plan terapéutico.
El tratamiento conservador en primera instancia de la fascitis plantar se compone de varios procedimientos, que dependiendo del tipo de paciente se pueden aplicar todos o varios a la vez :

-Reposo relativo. Paralizar o reducir la práctica deportiva.
-Hielo: 10-15 minutos, varias veces al día para reducir el dolor.
-Vendajes con kinesiotape o tape, para reducir la tensión en la fascia.
-Ejercicios de estiramiento, especialmente de gemelos, fascia y flexores.
-Soportes plantares que controlen la biomecánica del pie, aliviando el stress tensil de cierta musculatura.
🦶 Recomendaciones iniciales ante un episodio agudo de fascitis plantar
Cuando se presenta un episodio agudo de fascitis plantar, es fundamental reducir significativamente la carga física sobre el pie afectado. En algunos casos, lo más recomendable es suspender completamente la actividad física para evitar un mayor daño en la fascia.
Aunque parezca lógico recurrir a antiinflamatorios, en este tipo de lesión no siempre son la mejor opción. Al suprimir la respuesta inflamatoria, también se inhibe la llegada de sustancias necesarias para la regeneración del tejido, lo que podría favorecer que la afección se vuelva crónica.
Cuando el tratamiento conservador no funciona como esperábamos, recurriremos a tratamientos más invasivos como las punción seca, las ondas de choque, la electrolisis…
💉En casos de dolor muy intenso, una buena opción, y de forma puntual, pueden infiltrarse corticoides + anestésico, o incluso plasma rico en plaquetas (PRP).
🩺 En última instancia, se podría recurrir a la cirugía, realizando una liberación parcial de la fascia, o un alargamiento de gemelos, según sea la causa.
Ante cualquier duda, recuerda llamar a tu podólog@ para que pueda hacerte una correcta exploración para diagnosticar y tratar tu problema de forma adecuada.
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